Por: Xiomara De La Rosa
En la víspera de sus cuartos y últimos Juegos Olímpicos en Río de Janeiro, Ginóbili ahora acoge con gusto su nuevo papel: mentor de la nueva generación de basquetbolista argentinos. Y algunos de esos chicos que toman la posta ni siquiera recuerdan aquel torneo en Grecia en el que Argentina terminó octava, antes de empezar de lleno la era de la Generación Dorada de Ginóbili, Luis Scola, Andrés Nocioni y compañía.
Puede ser que nosotros cuatro incluyendo a Carlos Delfino tenemos un trabajito extra en ese aspecto, pero lo hacemos con mucho gusto y sale natural porque uno vivió un montón de cosas, comentó el miércoles el escolta de 39 años tras su primer entrenamiento en Río, y a cuatro días del debut ante Nigeria.
El oriundo de Bahía Blanca se refería a jugadores como Nicolás Brussino, de 23 años y quien fichó con los Mavericks de Dallas, y Patricio Garino, de la misma edad y que a partir de la próxima temporada será compañero de Ginóbili en los Spurs de San Antonio.
Deck (21 años) y Marcos Delía (24) son otros dos que eran unos chiquitines cuando se realizó aquel mundial.
Ayer (martes) les preguntaba si alguno se acordaba del mundial del 98, agregó Ginóbili. Ninguno lo vivió. Sí, tenían tres, cuatro, cinco, seis años, pero no hay memoria, y yo ya estaba ahí.
La etapa más gloriosa del básquetbol argentino arrancó cuatro años después. Con Ginóbili, Scola, Nocioni y el ya retirado Fabricio Oberto a la cabeza.
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