Por Eliscer Guzmán
Predisposición genética, factores ambientales y trastornos de comportamiento han sido señalados como elementos importantes en el origen y tal vez más importante, en la persistencia de la obesidad. Sin lugar a dudas, sin embargo, el aumento de la obesidad en las últimas décadas y a nivel mundial tiene como etiología principal el exceso de ingesta calórica y el sedentarismo.
El tamaño de las porciones ingeridas, el exceso de calorías consumidas independiente del tamaño, combinado con costos bajos de alimentos chatarras han contribuido sin dudas al aumento exorbitante de la obesidad.
Y sabemos que muchos de estos niños, a menos que no se eduquen adecuadamente, van a ser adultos obesos. Pero frecuentemente el problema de la obesidad es propiciado y perpetuado por nuestra sociedad: mercadeo constante de alimentos ricos en grasas y con sabores variados y atractivos se convierten en anzuelos irresistibles tanto para niños como para adultos.
Oficios y trabajos sedentarios, televisión y computadoras, aparatos de control remoto, elevadores y escaleras eléctricas confabulan en conjunto para crear y perpetuar el sedentarismo y como consecuencia la obesidad.
Si pudiéramos usar esos mismos elementos para recordarnos que por cada hora de televisión o de haraganear en un sofá deberíamos hacer media hora de ejercicios todos los días. O quizás que al comer arroz blanco o bizcocho no molestara la conciencia.
Bueno, soñar no cuesta nada y créanme que a veces muchos de estos sueños se pueden hacer realidad. Vamos a ser ejemplos para nuestros niños y seres queridos y hagamos del 2015 el año de los cambios positivos. www.zabalaaldia.com
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