Por: Loida Sánchez
SANTO DOMINGO.- Durante un acto
encabezado por el procurador general de la República, Francisco Domínguez Brito
y el jefe de la Policía Nacional, mayor general Manuel Castro Castillo, los
representantes de la Procuraduría Especializada de Medio Ambiente, destruyeron
cerca de mil equipos de sonido que habrían sido incautados a personas y
establecimientos por contaminación sónica.
Domínguez Brito dijo que conjuntamente el Ministerio Público, Interior
y Policía, la jefatura de la Policía Nacional y
el Ministerio de Medio Ambiente han iniciado una jornada a través del 911 de
relanzamiento de la lucha contra el ruido en la República Dominicana, y sobre
todo, en el Gran Santo Domingo.
“Todos los meses, absolutamente todos los meses, así como
quemamos las drogas, vamos a destruir las bocinas, sean buenas o malas, de
buena calidad o mala calidad, nosotros vamos a destruir estos aparatos”,
manifestó el representante del Ministerio Público.
Al mismo tiempo dijo “este es un mensaje que queremos
transmitir, la sociedad no aguanta más ruido, hay que respetar al ser humano, y
en este orden haremos los esfuerzos que sean necesarios para garantizar la
tranquilidad de nuestros padres y de nuestros abuelos, que son los que más
sufren con esta situación, así como nuestros niños, niñas y adolescentes que
tienen que estudiar y que se ven impedido de ello por este tipo de situación”.
En ese mismo sentido, el
mayor general Castro Castillo destacó que han incrementado de manera
considerable la capacidad operativa para llevar la paz y la tranquilidad a los
diferentes sectores del Distrito Nacional y la provincia Santo Domingo, y que
igualmente dicho trabajo se extenderá a todo el territorio nacional para lo
cual han instruido a todos los directores centrales y regionales de la Policía
Nacional para que presten atención inmediata a cada una de las
denuncias.
“Lo que procuramos es que esta labor sea permanente,
eficiente y que garantice respuestas rápidas a las denuncias”, precisó Castro
Castillo.
Dichas incautaciones fueron realizadas desde el 2011 al
2014 bajo el amparo de la Ley 64-00 de Medio Ambiente y la Ley 287-04, que
regula las prohibiciones, sanciones, control y excepciones de ruidos nocivos,
según los horarios y decibeles permitidos.
Con la destrucción de los equipos, las autoridades buscan
que los mismos no vuelvan a estar en manos de personas que no tengan conciencia
del debido respeto al derecho que tienen los demás a descansar, considerando
que de nada vale realizar las incautaciones, si posteriormente los artículos
vuelven a estar disponibles para la venta en las calles.
El acto, al que también asistieron el general Ricardo Rosa
Chupany, viceministro director del Gabinete Ministerial de Interior y Policía,
así como Henry Castellanos, viceministro de Seguridad Ciudadana de esa
institución, fue realizado al frente de uno de los almacenes de inmuebles
incautados de la Procuraduría General, ubicado en la Tunti Cáceres del sector
de Villa Juana.
Desde el pasado 15 de enero, el Sistema de Atención a
Emergencias y Seguridad 911, está acudiendo a brindar soporte a la ciudadanía
en los casos de denuncias de excesos de ruidos, siendo esta una de las mayores
quejas en horas de la noche, lo que ha aumentado acciones de las autoridades,
las cuales tras realizar las mediciones correspondientes, proceden a realizar
la incautaciones.
La nota de prensa indica que los afectados son citados por
la Procuraduría Especializada de Medio Ambiente que dirige Francia Calderón,
logrando la conciliación en muchos casos, pero procediendo al decomiso de los
equipos de sonido, si las personas o establecimientos son reincidentes en el
hecho.
La Procuraduría General ha creado una comisión especial
para la guarda y custodia de estos equipos, desde la cual se analizan
solicitudes de instituciones y fundaciones que justifiquen la necesidad de
bocinas, consolas, y otros artefactos de sonido, y se procede a realizar el
donativo de los mismos, una vez los casos cumplan con los procesos judiciales
correspondientes.
Sin embargo, los equipos que presenten algún desperfecto o
deterioro aunque funcionen, serán destruidos paulatinamente, para de esta forma
evitar que vuelvan a venderse en las calles por piezas para la
fabricación de aparatosas bocinas que se instalan en vehículos o se colocan de
forma descontrolada en muchas ocasiones, en establecimientos, parques o áreas
públicas.
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