MI OPINIÓN:
La Plugolia juega un papel deshonesto. Desnaturaliza la conciencia del periodista situándolo en una perspectiva, frente al vocero que le entrega dinero, de indefensión ideológica que atenta contra la sociedad que lee lo que escribe.
Por Tito Valenzuela
El exvocero presidencial de Estados Unidos de América Mike McCurry considera la “credibilidad” como la virtud principal de un buen vocero de Prensa. Su accionar, sea en institución pública o privada, deberá ser imparcial con periodistas y medios informativos.
El vocero de Prensa que se agencia periodistas “preferidos” por la importancia de los medios que representan y les favorece con dádivas pierde la credibilidad, su ética e integridad personal. Es obligación del buen vocero adoptar decisiones que satisfagan el interés público, sus valores personales y sus normas profesionales.
República Dominicana aún conserva voceros de prensa éticos y decentes. Sin embargo, hay periodistas que se dedican a mendigar entre voceros e instituciones gubernamentales.Es diferente a cuando cobramos por un trabajo realizado, inclusive, exigiendo factura.
En Estados Unidos a la práctica de recibir dinero a cambio de publicar noticias manipuladas se le denomina Plugolia. Es similar al dinero que entregan promotores artísticos a directores, programadores y locutores para que “suenen” determinado tema musical en emisoras de radio. En dominicana a esta práctica le denominan “Payola”.
El portavoz que entrega dinero a un periodistas desconoce que la tarea de proveer información al público es un servicio civil esencial, porque cada ciudadano tiene derecho a conocer los acontecimientos de forma “íntegra y comprensible”, de lo contrario, pierden su esencia noticiosa y se convierten en espacios pagados, aunque técnicamente cumplan con las reglas de redacción de noticias. En Estados Unidos el vocero que entrega dinero y el periodista que lo acepta saben que es un “delito” que se paga con cárcel.
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